El sentido de la psicoterapia.

La psicoterapia es el proceso a través del cual un ser humano, en compañía de otro ser humano -el terapeuta-, se reencuentra consigo mismo, trascendiendo sus carencias y limitaciones y construyendo una vida plena y con sentido.


Los seres humanos nos vemos con frecuencia sobrepasados por las exigencias del mundo que nosotros mismos hemos construido. Desde el día en que nacemos, comenzamos a alejarnos de nosotros mismos, absorbiendo determinadas creencias, valores y actitudes limitantes que nos pasarán factura más adelante. Conforme crecemos, vamos desarrollando en nuestro interior diferentes heridas emocionales, las cuales van quedando enterradas en lo más profundo de nosotros mismos, a la espera de ser atendidas y entendidas. Sin embargo, movidos por el profundo miedo que tenemos a enfrentarnos a nuestro propio malestar, abandonamos nuestro interior a su suerte, cronificando nuestro sufrimiento y empeorando el estado de nuestras partes doloridas.

A todos nos han enseñado a ocuparnos de las cosas de fuera (nuestros estudios, nuestro trabajo, nuestra familia, nuestras posesiones materiales, etc.), pero rara vez nos encargamos de ordenar nuestro caótico mundo interno. Y conforme más lo abandonamos, en peores condiciones se encuentra, y más necesitados nos vemos de parches externos que anestesien nuestro malestar (objetos, amigos, parejas, dinero, drogas, pasatiempos, etc.). Es por eso que muchos seres humanos se dan cuenta de que no tiene sentido seguir viviendo al viejo estilo, y toman la firme y sabia decisión de acudir a terapia para revolver su interior y encontrarse a sí mismos.

En este sentido, ser psicoterapeuta no consiste en decirle a una persona lo que tiene o no tiene que hacer. Quien acude a psicoterapia no ha de hacerlo para recibir órdenes, sino para encontrar sus propias respuestas. La psicoterapia consiste en pasar por un proceso de cambio y transformación personal, asumiendo la responsabilidad de la propia vida, dejando atrás el victimismo y renunciando a la dependencia. Sanar las heridas emocionales no consiste en huir de ellas, sino en atreverse a sentirlas para conocerlas y encontrar la manera de atravesarlas. Es por ello que la psicoterapia solo es de utilidad para quienes se han armado de la humildad y la valentía suficientes para asumir que desean un cambio y que están dispuestos a ocuparse activamente de él. Esto, por supuesto, no les convierte en seres más débiles que el resto, sino todo lo contrario: demuestra que han reunido la fortaleza necesaria para hacerse cargo de su propia vulnerabilidad.

 

La psicoterapia es el arte de acompañar a otro ser humano en el encuentro consigo mismo.

 

Los beneficios de la psicoterapia son difíciles de resumir, pero entre los más importantes cabría destacar los siguientes:

  • Aprender a relacionarnos con nuestras emociones.
  • Cuestionar nuestra vieja forma de pensar para construir un diálogo interno más saludable.
  • Conocernos más a nosotros mismos para entender porqué somos como somos.
  • Comprender cómo estamos generando nuestro propio malestar emocional.
  • Trascender nuestro sufrimiento.
  • Superar nuestras carencias, dependencias y limitaciones.
  • Asumir la responsabilidad de nuestro bienestar emocional.
  • Desarrollar nuestros talentos y pasiones.
  • Encargarnos de nuestra propia felicidad.
  • Convertirnos en personas auto-dependientes.
  • Vivir una vida auténtica, plena y con sentido.

 

En esencia, un psicoterapeuta es un espejo en el que mirarnos a nosotros mismos para ser conscientes de aquello que nos impedía superar determinadas situaciones, o simplemente para desarrollar nuestro potencial como seres humanos. De este modo, la psicoterapia es auténtico viaje a través de los parajes de nuestro interior. Es un espacio de libertad y autoexploración en el que nos damos cuenta de cómo estábamos creando nuestra propia perturbación emocional, y de qué cambios hemos de realizar en nosotros mismos para construir un mundo interno más saludable, pacífico y agradable.

De hecho, a psicoterapia no acuden solo personas que experimentan grandes dosis de sufrimiento emocional, sino también personas que solamente buscan conocerse a sí mismas para reconectar con lo que verdaderamente son y edificar su vida sobre los cimientos de la autenticidad, la sabiduría y la felicidad.

Compartir esta entrada